“RIDERS OF THE FLAME” haciendo mi primera app
Marzo de 2021. Recibo la llamada de Miguel Ángel, director del CEF Escuela de Artes Audiovisuales de Palma y me explica que muchas de las -ya de por sí, pocas- empresas de videojuego de Mallorca han cerrado por culpa de la pandemia del COVID-19. El CEF como centro se encontraba de repente sin empresas donde sus alumnos de la FP de videojuego pudieran hacer las prácticas y me preguntaron si podrían venir conmigo. Con frecuencia tengo alumnos de ilustración pero de videojuego no había tenido nunca, pero acepté en consideración con Miguel Ángel y el CEF.
Como no tenía ningún encargo real que se ajustara a la formación de los alumnos del CEF, decidí inventarme yo mismo una app, un juego para móviles que a mi me apeteciera hacer. En seguida recordé un vídeo de Fray Abel de Jesús, un fraile youtuber, que me llamó mucho la atención por lo visual del concepto.
Fray Abel explica de manera tremendamente sencilla un libro de profunda espiritualidad católica: el Castillo interior de Santa Teresa de Jesús. Y es que la metáfora de Santa Teresa es tan visual y las explicaciones de Fray Abel tan accesibles que no podía quitármelo de la cabeza.
Así, planteé la app en base a ese concepto. Me inventé la historia de un cirio que busca el fuego que prenda su pábilo. En esa búsqueda, el cirio se adentra en un castillo custodiado por monedas y billetes malvados y va accediendo a diferentes moradas hasta llegar a la séptima de ellas que es cuando encuentra el fuego que buscaba. Para quien no lo conozca, en la iconografía católica se usa con frecuencia el fuego para representar la presencia del Espíritu Santo. Por eso el objetivo del protagonista tiene una lectura mucho más profunda. Sin embargo no quería que fuera un videojuego “solo para católicos” sino que pudiera disfrutarlo cualquier persona independientemente de sus creencias. Pero ¿cómo abordar un videojuego que pueda interesar a los ateos y agnósticos pero que al mismo tiempo pueda usarse como herramienta para catequesis?
Lo primero que había que hacer era evitar a toda costa el recurso de la “masterclass”. Poner a un personaje animado, por mono que sea, a recitar una clase magistral sobre teología o Evangelio habría sido condenar el proyecto. Lo segundo era descartar cualquier formato “Trivial Pursuit” es decir, evitar conceptos de preguntas y respuesta sobre el Evangelio o las lecciones de Santa Teresa. Apps así las hay a patadas, la mayoría son protestantes pero el mayor impedimento no es ese. El mayor obstáculo es que el jugador necesita una formación PREVIA para poder jugar. ¿Os imagináis que para desbloquear un arma en Fornite te pidieran cómo calcular la hipotenusa? ¿O que para construir una casa en Minecraft te pidieran los afluentes del Tajo? Pues eso, que no mola.
La idea era mucho más fácil y mucho más compleja a la vez: el jugador debería aprender la esencia de la fe católica no porque apareciera un Jesusito kawaii que se lo cuenta, sino a través la decisiones que se toman en el juego. Pronto me daría cuenta de lo extremadamente difícil que resulta eso en algunas de las moradas que describe Santa Teresa porque alguna son de una espiritualidad tan elevada que resulta imposible sintetizarlas. Pero ahí es donde entra el trabajo de Fray Abel y es lo que da pie a todo lo demás. Además, el fraile lo compartió con sus hermanos y tuvimos la suerte de contar también con Fray José Luís del Espíritu Santo quien aportó muchas ideas que finalmente quedaron en el juego.
Ha sido una experiecia maravillosa y los alumnos del CEF se lo tomaron con mucha profesionalidad y compromiso serio. Quiero agradecer al Padre Carles Seguí, rector de Inca (Mallorca), por creer en este proyecto y permitirme apuntalarlo usando el logo de la Unitat de Pastoral de la Mare de Déu.
NOTAS PARA CATEQUISTAS. Claves para comprender y utilizar el juego.
Como videojuego, RIDERS OF THE FLAME resulta muy liviano. A penas llega a una hora de juego y seguro que un chaval hábil se lo pasa en pocos minutos. Sin embargo la clave para usar este juego como herramienta para la catequesis es reflexionar después de haber jugado. Recordad que aquí nadie nos va a hacer una masterclass de lo que significa el juego. Ése trabajo es del catequista.
Con adolescentes quizás se les pueda invitar a que se lo descarguen en casa, se lo pasen y en la próxima reunión, comentarlo. También en caso de estar de convivencias o de campamento, se puede dedicar una hora a jugar al juego -y seguramente sobre tiempo- y comentarlo justo después. Pero la app está pensada para que se pueda jugar pantalla a pantalla, morada a morada, y luego reflexionar en cada una de ellas.
Este botón del menú principal nos permite continuar la partida en la morada donde la dejamos. ¡Pero atención! Si abandonamos el juego en medio de la morada, al pinchar aquí volveremos al inicio de la misma morada. Si en algún momento aparecen bugs o errores de programación en algún nivel, bastará con volver al menú inicial, pinchar en este icono y se reiniciará la partida en la misma morada sin más problemas.
Y en este otro botón del menú principal, podemos consultar la moraleja de cada morada en cualquier momento, sin necesidad de retomar el juego o de volver a empezarlo.
A partir de aquí, cada catequista puede sentirse libre de usar la app como crea conveniente según las necesidades de su grupo y del momento en que se utilice.
Hay que tener presente que el juego es una alegoría de una introspección: el castillo somos nosotros y poco a poco vamos adentrando más y más en nosotros mismos hasta encontrar nuestro fuego interior, el amor de Dios. Por eso el viaje no lo hacemos en un castillo que va hacia arriba y se acerca al cielo. Lo hacemos hacia abajo, hacia el interior de cada uno de nosotros.
Todos los villanos van armados con espadas y flechas pero el cirio no lleva ningún arma. La única arma que tiene el jugador es el efecto que provocan las estrellas. Al recoger estrellas se va cargando una barra de energía (arriba a la izquierda). Cuando esta barra está completa, el cirio brilla y detiene temporalmente a todos los enemigos. ¿Cuál es la metáfora de esto? ¿Qué armas tenemos los católicos? La ayuda divina. ¿Dónde están las estrellas? En el cielo. Si acumulamos mucha influencia del cielo, el efecto que provocamos sobre los demás es un resplandor. Alguien que cuenta con la presencia de Dios deslumbra a todo el mundo. Ésa es nuestra arma.
A continuación, descubrimos sin adornos las enseñanzas en cada pantalla.
Lo importante de aquí es que la clave para abrir las puertas del castillo es la oración. Es decir, para conocernos plenamente y descubrir cómo nos ha creado Dios, hay que comenzar a rezar. ¿Cómo expresamos eso en un videojuego? Yendo a la esencia. ¿Qué significa rezar en nuestra vida cotidiana? Una pausa en el ritmo frenético al que nos empuja la sociedad. Una pausa para hablar con Dios. Conseguir parar el móvil, ignorar el whatsapp o telegram durante media horita, apagar el ordenador veinte minutos, apagar el televisor un rato… Parece una estupidez pero hay a quien le cuesta y los jóvenes no son una excepción. Así pues, para pasar esta morada, el jugador debe conseguir estar 10 segundos “sin hacer nada” sobre la tarima que hay justo en frente del castillo. En medio de monedas y billetes que nos atacan, rodeados de un entorno nuevo que invita a investigar cada rincón, en medio de todas estas distracciones hay que encontrar la manera de detenerse un rato.
SUGERENCIAS DE PREGUNTAS PARA LA POSTERIOR REFLEXIÓN DE ESTE NIVEL:
.- ¿A qué dedico el tiempo libre?<
.- ¿Me cuesta encontrar tiempo para rezar?
.- ¿Qué me impide rezar?
.- Si rezara ahora ¿qué le diría a Dios?
El objetivo de la segunda morada es tentar un poco la frustración del jugador. Hay que encontrar la entrada al castillo, pero no la más obvia sino una que hay en la parte trasera. Hay dos caminos para llegar hasta allí: por la derecha saltando por plataformas que se elevan varios metros o por la izquierda cruzando entre hordas de monedas y billetes que nos perseguirán. Ninguno de los dos caminos es fácil. Y es que cuando uno toma la decisión de entrar en el castillo, es decir, de comenzar un camino de fe, los inicios pueden resultar difíciles. Da la impresión de que todo son normas: que si los diez mandamientos, que si Jesús dijo esto o aquello, que si hay que ir a Misa los domingos… La idea es encontrarse con un entorno hostil que invite más a salir del castillo que a seguir profundizando.
SUGERENCIAS DE PREGUNTAS PARA LA POSTERIOR REFLEXIÓN DE ESTE NIVEL:
.- ¿Soy consciente del compromiso serio que significa seguir a Dios?
.- ¿Me he sentido alguna vez angustiado por seguir a Dios?
.- ¿Me asustan los prejuicios que la sociedad tiene de los católicos?
.- ¿Qué me da fuerzas para seguir avanzando en la fe?
Esta puede que sea la adaptación más libre que hemos hecho de las moradas que describe Santa Teresa de Jesús. Y es que en esta morada, todo invita al examen de conciencia, a la reflexión profunda. Tomamos la decisión de expresar esta reflexión con un cambio en la dinámica de las pruebas. En la morada anterior las pruebas eran de habilidad. Aquí hay que resolver tres acertijos a modo de scape room por lo que las pruebas aquí tienen más que ver con la concentración que con la habilidad. Los dos primeros puzzles no tienen más secreto que este: resolver el puzzle. Sin embargo el último fue sugerencia de Fray José Luís y aporta mucha profundidad a este nivel. Para accionar la palanca que nos abrirá la trampilla hacia el interior del castillo, debemos dejar algo atrás. El cirio deja su cinturón para seguir avanzando. En palabras de Fray José Luís “Es importante que aquí el jugador deje algo muy suyo por el camino. Es decir, se trata de “entregar la joya” (nuestra voluntad, algo de nosotros)”.
SUGERENCIAS DE PREGUNTAS PARA LA POSTERIOR REFLEXIÓN DE ESTE NIVEL:
.- ¿Solo me dirijo a Dios en caso de necesidad?
.- ¿Pretendo que Dios haga mi voluntad?
.- ¿Sé perdonar y tengo comprensión con mi prójimo?
.- ¿Incito a otros a hacer el mal?
.- ¿Qué “joya” entrego yo a Dios para poder seguirle?
Este nivel es muy light pues como señala Fray Abel en su vídeo “es un capítulo bisagra”. Todo es muy apacible, todo es bueno y no hay enemigos. Y es que Santa Teresa describe esta morada como la primera recompensa del creyente, un primer deleite del alma. Pero también advierte que el demonio se puede disfrazar de luz en esta morada. Y por esa advertencia, hemos colocado unas estrellas más pequeñitas que lo que hacen es quitar vida. Pero todo lo demás en este nivel es bueno.
SUGERENCIAS DE PREGUNTAS PARA LA POSTERIOR REFLEXIÓN DE ESTE NIVEL:
.- ¿Dónde veo a Dios en mi vida diaria?
.- ¿Me he sentido alguna vez escuchado por Dios?
.- ¿Comparto mi fe (incluso mis dudas) con otras personas?
.- ¿Me ayuda celebrar la Eucaristía cada domingo?
De la quinta morada nos centramos en la metáfora del gusano de seda. Aquí -explica Fray Abel- Santa Teresa nos describe un gusano de seda que se envuelve en una crisálida. Esa crisálida que luego lo transformará en una bella mariposa es Cristo. En el juego expresamos esto a través de las estrellas. Cada vez que completamos la barra de las estrellas, es decir cada vez que conseguimos la intervención de las estrellas del cielo, el gusano se cubre 1/3 con su crisálida. Necesitamos deslumbrar al gusano 3 veces para conseguir cubrirlo con La Crisálida y que se convierta en mariposa por su conversión.
SUGERENCIAS DE PREGUNTAS PARA LA POSTERIOR REFLEXIÓN DE ESTE NIVEL:
.- ¿Ayudo a que mis amigos conozcan a Jesús?
.- Cuando ayudo a los demás ¿lo hago por ellos o porque me gusta que me alaben dándome las gracias?
.- ¿Intento ayudar a los demás por mis propios medios o pido a Dios por ellos?
.- Cuando sufro ¿me refugio en la oración o me dejo llevar por mis impulsos?
Esta último nivel del juego presenta el mapa más extenso, es decir el escenario más grande de todos. Eso hace que sea más difícil orientarse, más fácil perderse y además la iluminación es totalmente diferente a las anteriores. Este es el nivel más complejo de todos. Aquí nos centramos en el concepto de “amar al perseguidor” como síntesis de la plenitud cristiana respecto a nuestra relación con los demás. Pero contamos con una pequeña recompensa: arriba a la izquierda tenemos un mapa de dónde están situadas las monedas y billetes. Este mapa sirve para ver con antelación al enemigo. Es una metáfora de esa intuición especial que nos da el Espíritu Santo para librarnos del mal.
De entrada presentamos a un nuevo villano: Bob, la cartera. Lo presentamos como el capo de la mafia, es el líder de monedas y belletes y todos le obedecen. Así damos a entender que es lo que llamamos el final boss, el jefe de los villanos. Para expresar el amor hacia el que nos persigue, presentamos una situación en la que el perseguidor se convierte en un ser vulnerable: de repente hay un terremoto y Bob es sepultado por un desprendimiento de rocas. Con esto buscamos en primer lugar la compasión por parte del jugador, la empatía con el prójimo en segundo lugar y finalmente el amor hacia el que nos quiere mal. Así para superar este nivel deberemos salvar la vida a Bob desenterrándolo de las rocas. Para ello deberemos empujar con nuestro cuerpo las rocas fuera del círculo blanco señalado en el suelo, incluyendo la sombra de las rocas.
Una vez salvado, la actitud de Bob cambia. Ahora está feliz y además nos ayuda a salir del laberinto. En cuanto termina el vídeo de la conversión de Bob, aparecen en el suelo unas flechas rojas señalando un camino. Este camino lleva a una pared señalada con una X. Al cruzar por esa pared, descubrimos una sala secreta con una llave enorme. Saltamos sobre ella para coger la llave y al salir de la sala secreta, las flechas nos señalan un nuevo camino. Este camino nos lleva hasta la puerta que nos conducirá a la siguiente y última morada del juego.
SUGERENCIAS DE PREGUNTAS PARA LA POSTERIOR REFLEXIÓN DE ESTE NIVEL:
.- ¿Alguien me molesta en mi día a día o soy yo uno de los que molestan?
.- ¿Rezo a Dios para que me acompañe en este sufrimiento?
.- ¿Me he preocupado alguna vez por conocer a las personas que me molestan?
.- ¿Rezo para que Dios interceda por los que no me caen bien o me molestan?
Y para terminar, aquí tienen un vídeo de presentación de la app con una síntesis de lo explicado anteriormente.